viernes, 12 de septiembre de 2008

El fundamentalismo en la AMIA - Ing. Israel (Cacho) Lotersztain

Amigos:

En la noche del 3 de Septiembre de 2008, ante un aviso aparecido en la primera página del Boletín de la AMIA, fuí a escuchar una conferencia cuyo título me atrajo: 'La guerra del Medio Oriente llega a su fin. ¿Profecía?'. La misma sería dictada por el Rabino Prof. Yechiel Weizman, especialmente invitado desde Israel y entusiastamente presentado al público por el actual Presidente de la AMIA, Guillermo Borger, quien anunció además que esta sería la primera de una serie de actividades de este tipo por la cual felicitaba a la Comisión de Cultura. Es de hacer notar que la charla comenzó media hora tarde; aparentemente el Rabino quería que hombres y mujeres estuvieran en salas distintas. Finalmente y ante la resistencia de muchos de los presentes se acordó que los hombres ocuparan las primeras filas y las mujeres las traseras.

La charla, cuya transcripción grabada he solicitado pero por la reacción dudo poder conseguir, fue asombrosa en numerosos aspectos que mi memoria procurará recordar, con todos los riesgos inherentes a no ser fiel, por lo que desde ya pido disculpas. Ilustrada en Power Point, se presentaba con un título diferente al anunciado: 'Las guerras de Ishmael', con una foto de una mujer encapuchada llevando una bandera palestina y un fusíl en la mano. Básicamente giraba en torno a tres ejes:

El primero, una feroz, sistemática e indiscriminada diatriba contra el Islam en general. Al estilo de los antisemitas para los cuales todos los judíos son avaros, cobardes, plutócratas, comunistas, o lo que fuera en cada momento, los mil millones pertenecientes al Islam son todos, sin excepción alguna, asesinos ávidos de sangre decididos a conquistar al mundo e inmolarse en esa misión si fuera necesario. Lo asombroso además es como se tomaban los pasajes de la Biblia que son particularmente bondadosos y hasta tiernos con la esclava de Abraham, Agar, de la que nace Ishmael, medio hermano de Isaac, y se los distorsionaba y reinterpretaba para que se ajustaran a esa postura racista y discriminatoria.

El segundo eje pasaba por plantear la crisis en el Medio Oriente en una visión de un fundamentalismo más absoluto. El proceso de paz de Oslo es un absurdo total, la Hoja de Ruta aprobada por el mundo e Israel un sinsentido, los 'Ishmaelitas' nunca se conformarán con los territorios que se les otorgue y pedirán más: Beer Sheva, Haifa, tel Aviv, Tveria, etc. Pero no solo la paz no funciona: la guerra, la fuerza, también es ya imposible. Israel tuvo que enfrentar muchas guerras y salió victorioso. Pero este nuevo desafío que le ha planteado Ishmael a partir de la Intifada no tiene solución: contra suicidas dispuestos a inmolarse no hay defensa posible, este desafío es el peor de todos, no solo para Israel, para el mundo entero.

El tercer eje, quizá el más asombroso, pasaba por culpas y profecías. Planteaba que ninguna otra religión, salvo la judía, podía profetizar hechos humanos con 2700, 1800 o 500 años de anticipación, como lo habían hecho nuestros sabios del pasado, inspirados por Dios, que habían previsto exactamente esta situación. Esta, la actual, el conflicto con Ishmael, fue profetizado como la 'Quinta Diáspora', y sería la peor, la más catastrófica para el pueblo judío. Las cuatro anteriores: Babilonia, Persia, Grecia, Roma, fueron un juego de niños. Hasta el Holocausto, con todo su dramati smo, no fue tan terrible ya que la actual batalla planteada por Ishmael, como vimos, no tiene solución. ¿Y cual es la causa de tal situación? Las profecías de la Mishná lo revelan claramente: antes de la llegada del Mesías el estado de cosas será calamitoso, debido a la falta de fé de los gobernantes. Y allí radica el centro de la cuestión, Israel no respeta la ley de Dios. El ejemplo más claro fue una foto que reiteraba machaconamente: se veía el Muro de los Lamentos y atrás, como si estuviera sobre el Muro y oprimiéndolo: la Mezquita de El Aqsa en el lugar sagrado del Monte del templo. Y en Israel se permite tal abominación.

Pero esto viene de antes, desde el origen. Israel fue creado por judíos ateos, siendo Ben Gurión el ejemplo más patente. Se le rogó que en la Declaración de la Independencia de Israel colocara la frase 'Beezrat Hashem', con la ayuda de Dios, y se negó... Ahora se pagan las terribles consecuencias de su falta de confianza en el Altísimo. Y el mundo también las paga: orgullosamente crea cosas, maravillas tecnológicas como computadoras (usaba una lap top!), satélites, aviones, viajes espaciales, pero no tiene fe en Dios. Por eso Ishamael lo castiga: en Madrid, en Londres, en las Torres Gemelas, en Buenos Aires también fuimos castigados (supongo que también por nuestra falta de fé).

Confieso que hasta allí lo soporté, y no esperé la revelación de cuando llegará el Mesias. Para mí, en ese lugar, esas palabras del rabino Weizman tan entusiastamente presentado por el Presidente de la AMIA, eran particularmente insoportables. Allí estudié de Moré judío, y recibí innumerables lecciones de mis maestros de un judaísmo generoso, tolerante, ilustrado, en el cual la justicia para todos los hombres era el corazón mismo de su existencia, su justificación histórica. En particular Ben Gurión, con todos sus defectos y errores, que los tuvo sin duda, representaba una figura emblemática. Que en ese lugar se escucharan tales palabras, que no se las cortara de raiz sino que aparentemente se las aprobara con admiración, era más que lo que mi estómago podía soportar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Estimado Sr Cacho Loterztain y amigos, y en nombre del pluralismo:

Mi nombre es Clara Munitz de Lamany, socia de AMIA desde hace muchos años, simpatizante y votante siempre de Avodá. Mis hijos estudiaron en la Escuela Dr. Hertzl y soy una frecuente participante de las actividades del Dep. de Cultura de AMIA.
Escribo desde el asombro y dolor que hay en mi corazón, ya que el miércoles 3 de septiembre yo también acudí a la charla que ofreció el respetable, amigable y cálido Rab. Waisman, quien expuso en forma ordenada y clara un tema sumamente importante, al igual que desconocido para la mayoría de nosotros. Son profecías de la Torá sobre el conflicto árabe-israelí.
A los pocos días recibo un mail que, desde el principio comienza a criticar la actividad, desde los 30 minutos de retraso, hasta que el título de la charla no era exactamente el mismo publicado en el Boletín de Amia. Ya comencé a entender el espíritu del mail y quise dejar de leerlo, pero la curiosidad me ganó. Al terminarlo me dio una sensación de estar en el medio de una escena en la que un judío sólo y desamparado es atacado en la mitad de la calle por una banda que comienza a castigarlo y pegarle por el solo hecho de ser judío, y mientras resistía los golpes y azotes, con sangre ya en su rostro, logra identificar a uno de sus castigadores que para su mayor asombro y dolor, era nada más ni nada menos que su propio "hermano".
Lo que más me llamó la atención fue que detrás de este mail se arrastraron Avodá y OSA con sus comunicados que, sin haber escuchado la conferencia, escribieron cosas terribles en nombre del pluralismo, que pregonan pero que no practican, ya que muchas actividades se organizan en nuestras instituciones y nunca ameritó presenciar una exposición como la de este Rabino (que aquél que quiso pudo llevar copia de la conferencia, ya que se repartieron libremente a todos los participantes, cosa que me llamó la atención ver en su mail, que decía "cuya transcripción he solicitado y dudo poder conseguir").
El Rabino sacó totalmente el conflicto del ámbito político para transportarlo netamente al marco espiritual, es por eso que, cuando nombra el cumplimiento de una de las 15 profecías escritas en el Tratado de Zota, que el gobierno que habrá en Israel será hereje y no practicante de las leyes de la Sagrada Torá, fue sólo un relato muy respetuoso de los sucesos para demostrar el cumplimiento de la profecía, y no con la intención de descalificar a nadie, ni de transmitir alguna posición política o ideológica.
Por otra parte, le comento que esas mismas profecías me llevaron a mí a reflexionar acerca de tomar más en serio las palabras de la Torá y no a buscar la "quinta pata" y descalificarlas para no tener que hacer cambios en mi vida, ante esta increíble realidad (de la Torá), cosa que haría, si entiendo que estuve equivocada hasta el día de hoy.
Estoy hoy preocupada ya que mis nietos no podrán ir a la escuela donde estudiaron mis hijos, porque está cerrada, al igual que otras tantas que tuvieron la misma suerte, y lo peor, es que, si no damos un vuelco y no nos proyectamos, seguiremos cerrando de a una las pocas escuelas que aún quedan y tener que conformarnos únicamente con las pocas y diluidas horas semanales de contenido judaico que ofrece la ORT, que hasta no es ningún obstáculo para quien no es de la colectividad inscribirse y estudiar allí.
Tal vez deberíamos ser un poco más sinceros con nosotros mismos y preguntarles a "ellos" la fórmula para, en vez de cerrar escuelas, incrementar el alumnado, abrir nuevas escuelas, construir y prosperar.
Yo ni visto pollera ni uso peluca, pero quizá sí, llegó el momento de preguntarme e investigar si el judaísmo que me inculcaron mis padres y maestros es el verdadero, porque "judíos genuinos" somos todos, pero judaísmo genuino, por lo visto sólo hay uno!!!.
Y como para poder elegir uno debe tener claro las 2 propuestas, por eso, lo invito, Cacho, a investigar y, tal vez, descubrir un nuevo mundo, con valores de superación y continuidad, como el que el Rab Waisman nos propone!!!.
Atte.

Clara Munitz de Lamany.

GabrielW dijo...

"judaísmo genuino, por lo visto sólo hay uno"

Clara, definitivamente lo que te enseñaron tus padres y maestros es equivocado o bien la pifiás por mucho... tomate unas semanas, leé un poco de Judaísmo (y NO únicamente los libros escritos por jaredim) y vas a ver que NUNCA existió tal cosa como "judaísmo genuino"... ni en la Torá, ni en los Profetas, ni en la época de los jajamim , ni en la época del exilio y definitivamente NO ahora que tenemos Medinat Israel!